Nevado siempre sonríe, un cuento solidario

Desde que era niña soy amante de los animales. En casa no estaban muy por la labor de dejar que metiera animales en casa, pero yo no dejaba de intentarlo. 

En mi familia, he tenido el ejemplo de dos tías, que siempre han colaborado con la causa animal y con ellas me he sentido muy identificada todos estos años. 

Una de ellas tuvo mucho que ver con la primera perrita que tuve, mi maravillosa Flea, a la que recuerdo cada día. 

Un día, de niña, visitando a mi tía, me comentó que la perra de unos vecinos había tenido cachorros, y yo le dije que mi madre ya me dejaba tener perros en casa, (era una absoluta mentirijilla piadosa). Así que ni corta ni perezosa, me llevé a Flea a mi casa. 

Mi madre que tenía algo de miedo a los perros, puso el grito en el cielo, pero aquello fue momentáneo ya que esas cuatro patitas conquistaron su corazón y empezó a valorar mucho más a los animales. 

Ese fue el comienzo de mi estrecha relación con esta causa. He colaborado en todos los aspectos de la lucha y bienestar animal: casa de acogida, asociaciones, protectoras, visitas pre-adopciones, incluso he llegado hasta salvar a perros de las formas más urgentes y variopintas que alguien se pueda imaginar, pero era salvarles la vida o dejarles morir. No podía concebir esto. 

Nevado siempre sonríe es un cuento solidario 

Lamentablemente, tenemos unas leyes que no se ocupan de la protección animal, y a veces es necesario tomar decisiones urgentes e inmediatas por ayudar a los animales. 

También soy consciente de que las asociaciones, la gente que colabora no recibe apenas ayuda ni soporte institucional por lo que decidí aportar mi granito de arena con el cuento, y contribuir a la causa con una parte solidaria. 

Por ello, Nevado y yo, decidimos donar ejemplares a asociaciones para que pudiesen realizar sorteos benéficos y así obtener una ayuda económica para suplir los gastos de sus animales. 

Además, hay otra causa en la que estamos muy involucrados y es en el hecho de donar ejemplares también a las plantas de oncología infantil de los hospitales. 

Hace poco que llegaba nuestro cuento al Hospital de Albacete, y nos emociona pensar que esos pequeños luchadores tienen en sus manos el cuento de Nevado siempre sonríe para que puedan vivir una historia mágica en unos momentos donde todo ayuda es buena. 

Por todo ello, si tú también quieres colaborar ya sabes que comprando el cuento aportarás este granito de arena a causas tan importantes y especiales. 

Un abrazo